Reino Unido ya no es “cristiano”

Por primera vez desde que se llevan registros modernos en el Reino Unido, menos de la mitad de la población se identifica como cristiana. Así lo indica el censo realizado en 2021, que señala que el 46,5% de los ciudadanos se consideran cristianos, mientras que un 37,8% declara no tener religión alguna.

Las otras dos confesiones con mayor presencia son el islam, que representa el 6% de la población, y el hinduismo, con un 1,6%. Aunque el censo no detalla cuántos practicantes hay realmente dentro de cada credo, estudios recientes muestran que solo uno de cada doce anglicanos asiste a los servicios religiosos dominicales. En el caso de los católicos, la participación es algo mayor: aproximadamente uno de cada nueve va a misa los domingos. En contraste, cerca del 60% de los musulmanes participa habitualmente en la oración en la mezquita, sobre todo los viernes. En cuanto a los hindúes, es más difícil establecer cifras precisas, ya que la mayoría de sus ritos y ceremonias suelen celebrarse en el ámbito familiar.

La proporción de cristianos ha disminuido en 13 puntos con respecto a 2011 en Inglaterra y Gales, donde era del 59%. Hace dos décadas, era de alrededor del 72%. Con aquel descenso del cristianismo se ve también el auge del laicismo; 25.3 millones de personas se declaran «sin religión», frente a los 14.1 millones de hace diez años. Esta tendencia es especialmente marcada entre los menores de 40 años. Vale remarcar también el ligero aumento de los musulmanes y los hindúes ya que, como se ve en los estudios, el islam pasó del 4.4% al 6% y el hinduismo del 1.3% al 1.6%, debido a la inmigración y a las tasas de natalidad más elevadas en estas comunidades.

Vale considerar ahora a Gales como la primera nación británica «poscristiana»; allí el grupo sin afiliación religiosa supera en tres puntos a los cristianos, lo que no tiene precedentes en su historia moderna. En contraste, Irlanda del Norte es la excepción con casi 8 de cada 10 habitantes que se declaran cristianos, sigue siendo la región más religiosa, aunque el porcentaje de no creyentes casi se ha duplicado desde 2011.

Esto también afecta ciertamente el ámbito político. Véase que la educación está siendo objeto de revisión por su adherencia a contenido cristiano. La nueva propuesta educativa sugiere reemplazar cualquier práctica cristiana (incluso en colegios privados) por encuentros inclusivos que representen la pluralidad de convicciones religiosas y filosóficas presentes en la sociedad. Por otro lado, la reforma constitucional cada vez gana más terreno la idea de suprimir el privilegio que otorga a 26 obispos anglicanos un lugar asegurado en la Cámara de los Lores. Una enmienda impulsada por la parlamentaria Harriet Harman, en el marco del proyecto para eliminar los lores hereditarios, ha reavivado el debate. Las encuestas indican que la mayoría de los británicos respalda la creación de una cámara alta secular. También debe verse lo que son los servicios públicos y de salud; las directrices recientes en el ámbito sanitario establecen que la atención espiritual y los servicios de capellanía deben ofrecerse en condiciones de igualdad tanto a personas religiosas como a quienes no profesan fe alguna. Esto abre la puerta a que consejeros humanistas trabajen junto a representantes de confesiones tradicionales. Finalmente se afecta la noción de “Patrimonio”; cada año, unas veinte iglesias anglicanas dejan de estar dedicadas al culto. Ante este panorama, la Iglesia de Inglaterra promueve la reutilización de estos templos con fines comunitarios, como bibliotecas o estudios de grabación. Sin embargo, crecen las voces que reclaman apoyo estatal para la restauración de estos edificios y así preservar el patrimonio histórico.

Las proyecciones demográficas para el Reino Unido sugieren tres posibles escenarios:

1. Persistencia de la tendencia actual: Si continúan el descenso del cristianismo y el crecimiento de quienes se identifican como «sin religión», para el censo de 2031 se estima que entre el 45% y el 48% de la población declarará no tener religión, mientras que el cristianismo podría caer por debajo del 40%.

2. Sustitución generacional: Las generaciones jóvenes, especialmente los menores de 30 años, ya muestran niveles muy bajos de afiliación cristiana —menos del 30%— y cerca de un 60% se declara no creyente. Con el paso del tiempo, el avance de este grupo en la pirámide demográfica acelerará el proceso de secularización.

3. Pluralización religiosa: Según el Pew Research Center, la población musulmana en Europa podría situarse entre el 7% y el 8% a mediados de siglo. En el Reino Unido, el islam alcanzaría alrededor del 8% en 2031, y el hinduismo superaría el 2%, impulsado por las tasas de natalidad de las comunidades inmigrantes de primera y segunda generación.

A estos cambios se sumarán transformaciones políticas y culturales, ya que es probable que antes de 2031 se concrete la eliminación de los obispos anglicanos de la Cámara de los Lores. En educación, se prevé la instauración plena de asambleas escolares inclusivas y de planes de estudio que aborden tanto las religiones como las perspectivas humanistas y seculares. En el ámbito patrimonial, se calcula que entre el 10% y el 15% de las iglesias anglicanas habrán sido reconvertidas o vendidas, dentro de una estrategia institucional que busca mantener una presencia más flexible y adaptada a las necesidades locales. “El Reino Unido se dirige hacia un entorno religioso en el que ninguna fe o identidad será predominante, y donde la diversidad de creencias, incluyendo el derecho a no creer, será la norma cultural”, resume el sociólogo Stephen Bullivant.

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